martes, marzo 10, 2009


El otro día caleyando por Xixongrad fui curiosamente a parar al escaparate de "esa" pequeña librería- "disquería". Entre las novedades me llamó la atención un nuevo volumen amarillo del escocés Irvine Welsh, "Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo" de cuya publicación no tenía constancia, ( parece que en Gran Bretaña ya salió hacia 2007), y eso que suelo estar bastante al tanto de cada novedad de uno de mis escritores favoritos. No dudé ni un segundo en comprármelo y completar la saga .Otra gruesa "golosina" que seguro que degustaré con placer en cuanto termine otras lecturas atrasadas y postergadas. Entre éstas se encontraba hasta hace un par de semanas la de "Como una novela"del francés Daniel Pennac, ejemplo vivo de animación a la lectura y de que una vez más el movimiento se demuestra andando. En esta especie de ensayo cuasi novelado se pueden leer sentencias tan sencillas pero a su vez tan geniales como la siguiente: "Así descubrió la paradójica virtud de la lectura que consiste en abstraernos del mundo para encontrarle un sentido".
No menos ocurrente, desmitificador y antidogmático resulta igualmente el decálogo de derechos imprescindibles del lector que propone Pennac :
-El derecho a no leer.
-El derecho a salatarse las páginas.
-El derecho a no terminar un libro.
-El derecho a releer.
-El derecho a leer cualquier cosa.
-El derecho al bovarismo(enfermedad de transmisión sexual).
-El derecho a leer en cualquier lugar.
-El derecho a hojear.
-El derecho a leer en voz alta.
-El derecho a callarnos.


4 comentarios:

David Suárez Suarón dijo...

Tiene buena pinta. Ya había leído por ahí que había sacao otra novela. Tas hecho todo un crítico literario jejej

gorki75 dijo...

Pero esto nun ye novela Suaaron (sin tilde como diría aquel), es un libro de cuentos.

Anónimo dijo...

mientras no reivindique el derecho a subrayar y anotar puedo soportarlo todo, incluso el derecho a no terminar un libro que me niego a mí mismo.

gorki75 dijo...

Vino el señor Welsh esti viernes a la Laboral a Xixón, pero nun fui a velu, porque pagar 15 euracos por ver un "spoken word" de esos con subtítulos yera demasiao, mi dosis de mitomanía no alcanza a eso.